Las
palabras y la vida
Alberto Martín Baró
¿Qué va a pasar en
Cataluña? Esta es la pregunta que en estos momentos cruciales nos hacemos
muchos españoles, dentro y fuera de la Comunidad Autónoma catalana.
Una vez que el
Gobierno de la Nación ha puesto en marcha el Artículo 155 de la Constitución,
presentando al Senado las medidas concretas para restablecer en Cataluña la
legalidad y el orden constitucional, el panorama de lo que puede ocurrir en la
Comunidad catalana aparece marcado por múltiples incógnitas.
En primer lugar, el
Senado ha de aprobar las medidas propuestas por el Gobierno, lo que
previsiblemente hará en el pleno del próximo 27 de octubre.
También está previsto
que el hasta ahora presidente de la Generalidad, señor Puigdemont, pueda
presentar ante el Senado, por sí mismo o por persona interpuesta, o por otro
medio, las alegaciones que estime oportunas.
Los diecinueve folios
del documento oficial que aprobó el Consejo de Ministros extraordinario reunido
el sábado 21 de octubre incluyen una extensa y detallada justificación de la
aplicación del Artículo 155, basada en el reiterado incumplimiento por parte
del Gobierno de la Generalidad de las obligaciones fijadas en la Constitución y
en el propio Estatuto de Autonomía. Siguen después las medidas acordadas para
dicha aplicación. Tales medidas se pueden resumir en cinco puntos:
1. Destitución del
presidente, del vicepresidente y de todos los consejeros del Gobierno catalán.
2. Convocatoria de
elecciones autonómicas en un plazo máximo de seis meses.
3. Control por el
Gobierno de la Nación sobre el Parlamento catalán para evitar nuevas
violaciones de la Constitución y cualesquiera iniciativas contrarias a las
medidas aprobadas por el Ejecutivo.
4. Se pone asimismo
bajo control del Estado a la policía autonómica, a TV3 y la economía catalana.
5. Se garantiza el
mantenimiento de la autonomía y del autogobierno catalanes.
Las reacciones al
anuncio por Mariano Rajoy de las medidas acordadas por el Consejo de Ministros
no se han hecho esperar. Mientras el PSOE y Ciudadanos han apoyado al Gobierno
de España en su defensa de la Constitución y de la integridad territorial de la
Nación, así como la convocatoria de elecciones autonómicas, el presidente
Puigdemont, en el mensaje institucional transmitido por TV3, calificó las
decisiones del Consejo de Ministros de “golpe” a Cataluña, propio del
franquismo. Antes de este mensaje, Puigdemont, Junqueras y demás miembros del
Gobierno de la Generalidad, así como la presidenta del Parlamento catalán,
habían participado en una manifestación exigiendo la libertad de los
presidentes de la Asamblea Nacional Catalana y de Òmnium Cultural –en prisión
preventiva investigados por un delito de sedición–, y reclamando a continuación
la secesión de Cataluña.
Podemos y los
partidos nacionalistas han tachado las medidas tomadas por el Gobierno de la
Nación de golpe de Estado a la democracia.
En este clima de
máxima tensión y de fractura de la sociedad entre las fuerzas políticas y los
ciudadanos que defienden la Constitución y la legalidad democrática vigente, y
los gobernantes, partidos y ciudadanos partidarios de la independencia, no
resulta aventurado predecir que se reiteren las protestas callejeras de los
separatistas con alteración del orden público y técnicas de kale borroka,
buscando una intervención de las fuerzas de seguridad del Estado, que luego los
independentistas presentarán ante la opinión pública internacional como
represión violenta.
Por parte del
Gobierno autonómico destituido y del Parlamento catalán bajo control del Estado
cabe prever una declaración unilateral de independencia, así como resistencia
al cese en sus funciones.
Los pacíficos
manifestantes defensores de la unidad de España el 8 de octubre en las calles
de Barcelona corearon gritos pidiendo “Puigdemont a prisión”. Y es que una
parte muy numerosa de ciudadanos españoles no comprendemos que la Justicia aún
no haya actuado contra los máximos responsables de la violación de las leyes
vigentes, que siguen libres y jactándose de hacer caso omiso de las sentencias
del Tribunal Constitucional y de otros tribunales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario