Las palabras y la vida
Alberto Martín Baró
Estamos
asistiendo a una operación diseñada desde La Moncloa mediante la cual
importantes cargos del Gobierno de Pedro Sánchez son nombrados Secretarios
Generales del PSOE de distintas Comunidades Autónomas, sin dejar de desempeñar las
funciones de su puesto actual.
O
sea, un caso claro de pluriempleo, que se añade a la pluralidad de competencias
inherentes a su principal nombramiento.
Ya
estábamos acostumbrados a la acumulación de cargos en una misma persona. Un
caso representativo es el del actual ministro de Justicia, Relaciones con las
Cortes y Presidencia, Félix Bolaños.
Para
no seguidores asiduos de las vicisitudes de la carrera de prohombres del PSOE,
como es mi caso, Félix Bolaños saltó a los medios de comunicación por su
destacada participación en la exhumación de los restos de Francisco Franco y su
traslado en un helicóptero del Ejército del Aire al cementerio de Mingorrubio
en El pardo, donde ya descansaban los restos de su esposa Carmen Polo. Gran
honor para el actual ministro tripartito del Gobierno de Pedro Sánchez.
¿Quiere
decir esto que no hay dentro del PSOE personas que puedan ejercer semejantes
funciones?
Veamos
otros casos de pluriempleos de ministros del Gobierno de Pedro Sánchez.
La
ministra de Educación y portavoz del Gobierno Pilar Alegría ha sido nombrada
Secretaria General del PSOE de Aragón, sin primarias de ningún tipo.
La
actual ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno de Pedro
Sánchez ha recibido el encargo de desempeñar la Secretaría General del PSOE de
Andalucía, igualmente sin primarias.
El
ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López,
de brillante trayectoria en anteriores desempeños, ha sido nombrado Secretario
General del PSOE de la Comunidad de Madrid, con la misión principal de hacer sombra
a la presidenta madrileña.
Es
posible que me deje en el tintero alguno de los nombramientos a la Secretaría
General del PSOE de Comunidades Autónomas.
¿Tan
escasos están Pedro Sánchez y el PSOE de personal idóneo de confianza para esas
Secretarías Generales?
¿Y
están seguros de la fidelidad de tales personajes a su proyecto, que solo
consiste en permanecer en el poder el mayor tiempo posible?
La
historia reciente de España está llena de traiciones a siglas y a políticos de
todos los colores.
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