8 de enero de 2023

El mundo de la telefonía

 Las palabras y la vida 

Alberto Martín Baró

Pasar por la experiencia de cambiar de compañía telefónica es un trance comparable a un proceso de divorcio que, según cuentan quienes lo han vivido, lo cual no es mi caso, deja amargas secuelas.

Cuando un nuevo operador telefónico te ofrece sus servicios, todo son ventajas y facilidades. Pero ¡ay de ti! si decides cancelar una cuenta. Puedes encontrarte con cláusulas de permanencia que, por no leer la letra pequeña del contrato, ignorabas y que, al ser incumplidas, te representan penalizaciones económicas.

Mi mujer y yo hemos pasado por esta penosa experiencia en medio del supuesto feliz Año Nuevo 2023.

A estas alturas de nuestra relación con las compañías telefónicas y de nuestro uso del móvil que se supone inteligente, aún desconocemos la mayor parte de la terminología y de las siglas que se utilizan en este campo.

¿Usted, apreciado lector, sabría contestarme, así a bote pronto, que significa la sigla ADSL, de uso habitual en el mundo de internet? Yo he tenido que consultarlo en Google. Según el Diccionario de la lengua española (DLE), ADSL es la sigla inglesa de asymetric digital subscriber line, o sea ‘línea de abonado digital asimétrica’, que se define como “Sistema digital de modulación de señales que permite la transmisión a través de la línea telefónica con elevado ancho de banda y mayor velocidad hacia el abonado que desde este hacia la central”. Definición que, al menos a mí, me deja más dudas de las que tenía.

Otra palabra que se usa con frecuencia en este campo es router. De nuevo recurro al DLE, que la define como “Dispositivo que distribuye el flujo de paquetes de información entre redes de la manera más eficaz”. Y también: “Programa informático que realiza las mismas funciones que un router”. Por cierto, que la RAE ya ha introducido entre sus actualizaciones la adaptación al español de router como rúter. Y es posible que su operador le explique que puede utilizar su móvil como rúter radio.

En mi casa de El Espinar, de pronto me he encontrado sin conexión a internet, porque ya el rúter no funcionaba y el operador me informó de que había que instalar fibra óptica. O sea, de nuevo según el DLE, “Hilo o haz de hilos de vidrio altamente transparente por el cual se transmite información a grandes distancias mediante señales luminosas”. Muy bien, pero cuando los técnicos vinieron para instalarla se encontraron con que el cajetín de la comunidad de propietarios estaba lleno. Así que continúo sin internet.

Siguiendo con el cambio de compañía, la anterior y la nueva darán por supuesto que usted sabe qué es la portabilidad. Pues yo no lo sabía y, por si usted se encuentra en mi caso, le brindo la definición del DLE: “Derecho que tiene el usuario de telefonía de mantener su número de operador de telefonía móvil”. También encuentro en Google la definición: “Acción de trasladar el número de teléfono móvil de una compañía de telefonía a otra”. Por mi experiencia, esta definición se ajusta más a la realidad que la del DLE.

Un consejo a modo de conclusión: a no ser por causa de fuerza mayor, y aunque le prometan el oro y el moro, no cambie de operador de telefonía.

 

 

 

 

 

 

 

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