8 de septiembre de 2024

El rito en las fiestas del Cristo del Caloco

 Las palabras y la vida 

Alberto Martín Baró

Ayer, sábado 7 de septiembre, hemos ido mi mujer y yo a El Espinar para celebrar las fiestas del Cristo del Caloco. El Cristo, que el resto del año permanece en la ermita al pie del monte que lleva el mismo nombre, baja en procesión a la iglesia de San Eutropio, acompañado por el párroco, autoridades, cofrades y una multitud de gente que a mí este año me ha parecido más numerosa que nunca. Es un gesto de la venerada imagen para estar durante una semana cerca de vecinos y visitantes.

Todas las fiestas, y las de los pueblos muy en especial, se encadenan en una serie de ritos, de ceremonias que se repiten, y los que participan en ellas esperan con ilusión. En las del santo Cristo del Caloco, la misa a la puerta de la ermita, al terminar la cual una larga fila de fieles se acercan a venerar la imagen y a recoger el pan bendito, mientras la campana repica incansable. Mi mujer está muy disgustada pues en su móvil ha desaparecido la foto que un joven nos hizo a los pies del Cristo.

En días sucesivos, el Santo Cristo recorrerá el pueblo en procesión y retumbar de cohetes.

La repetición es parte esperada de todo rito. A menudo, al asistir a misa y rezar las oraciones que se suceden en ella, me llaman la atención sus fórmulas invariables, lo que facilita la participación de los fieles.

Hubo un tiempo en el que en el padrenuestro, la oración que el mismo Cristo nos enseñó, se pedía a Dios Padre el perdón de nuestras deudas, “así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”, petición que fue sustituida por “perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, sustitución que me parece acertada.

No entiendo, en cambio, por qué, en la consagración del vino para convertirlo en la sangre de Cristo, antes se decía que será derramada “por todos los hombres” y ahora sólo “por muchos”.

El Cristo del Caloco baja al pueblo en solemne ritual para acompañar a todos los vecinos y todos los visitantes, que en esta semana de fiestas son, somos, multitud.

 

 

 

 

 

 

1 comentario:

  1. Estoy contigo: me gustaba más "por todos"... Recuerdo pasar muchas veces por la cuesta del Caloco de la N-VI.

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