Las palabras y la vida
Alberto Martín Baró
Desde
hace ocho años, en agosto, Angelina mi mujer y yo nos premiamos con un mes en
Santander. ¿Que por qué la capital de Cantabria es un premio para nosotros? En
el caso de Angelina, la respuesta es fácil: ella nació en esta ciudad, en la
calle de Castelar 3, y ahí vivió su infancia y juventud. Y aunque después sus
estudios de Periodismo y su matrimonio con Francisco Fúster la llevaron a
residir en Madrid, nunca ha olvidado a Santander, fuente inagotable de sus
cuentos y poemas. Santander son sus once hermanos, de los que viven nueve, y en
Santander habitan siete.
Santander
es la bahía, son las playas del Sardinero, es la Magdalena, la Universidad
Internacional Menéndez Pelayo, el Palacio de Festivales, la ya mencionada calle
de Castelar, el paseo de Pereda, que muchos santanderinos llaman el Muelle, la
avenida de Reina Victoria, la plaza Porticada y la de Pombo, y dando un salto
en el tiempo el moderno Centro Botín.
Yo,
de la mano de mi mujer, he aprendido a amar todos estos lugares y a disfrutar
de ellos.
Este
año, en plenas olas de calor en Madrid y hasta en mi querido El Espinar, en la
sierra de Guadarrama, Santander nos ha recibido con un cielo nublado y una
brisa refrigerante.
Pero
Santander son sobre todo sus gentes, para Angelina muy en especial sus hermanos
María Luisa, José Antonio, fallecido pero vivo en el recuerdo de todos, Tere,
Ana, Ricardo, Diego, Carmen, Elena, aunque esta viva en Benicassim, y Javier. A
mí, han pasado de llamarme el Advenedizo y el Okupa, a considerarme uno más de
la familia.
Santander
son los Osorio, primos de la madre de Angelina, Alfonso, Juan Manuel, Conchita
y Pili, ya fallecidos, pero nos quedan Alfonso, María Ángeles y Lucas, hijos de
Alfonso, los hijos de Juan Manuel y los hijos de Conchita.
Santander
son las Naveda, Belén, amiga del alma de Angelina y abuela del recientemente
ganador de un Oro en los Juegos Olímpicos, Diego Botín, Lucrecia, Beatriz y
Juan Jesús.
Santander
son los Pombo, y muy en especial el escritor Álvaro Pombo.
Santander
son la presidenta de la Asociación Cultural Plaza Porticada Elena García Botín
y la secretaria Pilar de la Torre.
Santander
son tantas amistades de Angelina, que han sido o son también mías, las Estrada,
María Luisa García de los Ríos, María del Mar Cubría, Javier Casanueva y su
hija Lucía.
Santander
es José Ramón Sánchez, dibujante y pintor, devenido también gran escritor.
Santander
es la comillana Carmen Mary, alumna mía de francés en mis años de estudiante en
la Universidad Pontificia.
Seguro
que me dejo a alguien importante en esta lista. Pero con los mencionados
Santander ocupa un lugar privilegiado en mi corazón.
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