Las palabras y la vida
Alberto Martín Baró
Hecha así la pregunta, con ese verbo impersonal, resulta
muy difícil de responder. Y la respuesta tampoco es sencilla si preguntamos cómo
viven los españoles hoy día.
Hace menos de un mes, el 19 de octubre de este año,
publicaba el diario británico The
Guardian una crónica en la que, según un informe de Deloitte y Social
Progress Imperative, se afirmaba que España es
el mejor país en el que nacer, dentro de un conjunto de 128 países examinados
sobre la base de 50 categorías.
Hay en esa lista de ventajas que brinda
España unas que afectan de una manera más indirecta al bienestar de los
individuos, como puede ser el ocupar el tercer puesto detrás de Italia y China
en patrimonio universal de la Unesco, o tener el segundo mejor porcentaje de
esperanza de vida, solo detrás de Japón. Porque el hecho de que haya en nuestro
país muchos monumentos artísticos e históricos reconocidos a escala mundial
puede no influir de una forma clara y positiva en nuestra existencia cotidiana.
Y vivir muchos años no siempre equivale a vivir bien.
Sin embargo, otros muchos de los datos
recogidos en el citado informe sí pueden tener una repercusión beneficiosa en
nuestra calidad de vida. Mencionaré solo algunos de los baremos que hacen de
España, no sé si el mejor país en el que nacer, como asegura Deloitte y Social
Progress Imperative, pero ciertamente un país que dista mucho de la España
negra que pintan ciertas formaciones políticas. Así, disfrutamos de uno de los
sistemas de protección sanitaria más completos del mundo. España goza de un
clima y un paisaje diversos y envidiables. Somos reconocidos como uno de los
pueblos más sociables. Estamos dentro del grupo de países de Europa con menor
violencia doméstica –a mí no me convence la expresión “violencia de género”–.
España es líder en trasplantes y donaciones de órganos, en tratamiento de
aguas, en construcción de infraestructuras ferroviarias de alta velocidad. España
arroja la menor tasa de suicidios de Europa, ha sido elegida en Davos como el
mejor país en el que viajar por su seguridad. Es número uno en producción de
energía eólica, líder europeo en conservación marítima, líder mundial en playas
azules…
Sabido es que los datos estadísticos
reflejan solo una realidad porcentual, que luego habrá que contrastar con la
situación de los distintos colectivos e individuos.
Retomo la pregunta con la que encabezo
mi artículo: ¿Se vive bien en España? A la vista de las categorías económicas,
sanitarias y sociales que enumera The
Guardian, yo diría que en España se puede vivir bien. Así lo demuestran,
por ejemplo, los centenares de miles de ingleses, alemanes y escandinavos que
vienen a pasar sus últimos años en nuestro país, atraídos no solo por el sol y
las playas. No son turistas de paso, sino que han elegido España para residir
en ella de forma estable por un conjunto de beneficios que les supone tal
residencia.
Habrá obviamente que distinguir entre
regiones y comunidades, entre ciudades y pueblos. No ofrecen las mismas
oportunidades para extranjeros y nacionales los pueblos del interior de
provincias como Soria, Segovia y Teruel, que pierden población y carecen de
recursos de todo tipo, que las capitales de Comunidades Autónomas y ciudades de
la costa, con gran dotación de escuelas, colegios y universidades, centros de
salud y hospitales, empresas, comercios, industrias, cines, teatros, salas de
conciertos, transportes y demás servicios.
O sea que, si preguntamos cómo vivimos
hoy los españoles, no basta con enumerar las ventajas que España presenta como
país desarrollado, sino que habrá que considerar qué acceso tienen los
diferentes ciudadanos a la educación, a la sanidad, al trabajo, al ocio…
Es evidente que España se cuenta en la
actualidad entre los países que atraen inmigrantes, sobre todo de
Hispanoamérica y del norte de África. Los grandes flujos de migración actuales
se dirigen a los países que podemos englobar bajo la denominación de Occidente,
naciones de la Unión Europea y los Estados Unidos.
En el caso de España, ¿cuenta nuestro
país con las condiciones para que los inmigrantes hispanoamericanos y, sobre
todo, africanos encuentren trabajos dignos que les permitan llevar una vida
aceptable? ¿Pasarán a engrosar muchos de ellos las cifras de parados, de
mendigos o de manteros, cuando no de delincuentes sin nada que perder?
La igualdad de oportunidades para
nativos e inmigrantes ha mejorado en España actualmente, en comparación con
tiempos no tan lejanos. Pero aún dista mucho de ser una realidad consolidada.
En el Panorama de la educación que
publica anualmente la OCDE y en el que se comparan los logros educativos de sus
países miembros se destaca las posibilidades mayores que tienen para disfrutar
de una mejor calidad de vida aquellas personas que han cursado estudios
superiores, y también las que han podido acceder a la educación infantil.
Así, a los datos publicados por The
Guardian habrá que añadir los baremos del Informe PISA, que no son tan
favorables a España en varios apartados de la educación.
Hace 5 meses aproximadamente vino el vicerrector de la Universidad de Salamanca a cargo de la conmemoración de los 500 años de su inauguración y el consejero de educación de Castilla León al Ateneo Español de México.
ResponderEliminarCada uno “cacareaba” su tema.
El de educación nos anunciaba que en el informe PISA la comunidad presentaba el noveno lugar en las respuestas
Se le preguntó cuál era el truco para separase del lugar treinta y cuatro que ostentaba España y no nos explicó que hacían.