16 de marzo de 2017

Debemos conocerlas

Las palabras y la vida

Alberto Martín Baró

Algo más de una semana antes del Día Internacional de la Mujer, en la tertulia literaria “El libro del mes”, que se celebra en El Espinar los primeros miércoles, Marifé Santiago Bolaños y Mercedes Gómez Blesa presentaron la obra Debes conocerlas, de la que son coautoras.
¿Y quiénes son esas ‘las’ que debemos conocer?
Pocos habrá que desconozcan a los poetas integrantes de la llamada Generación del 27, que estudiamos desde el Bachillerato, a la que pertenecieron nombres ilustres como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Hasta en los libros de texto escolares es de obligada ilustración la foto en la que aparecen los poetas citados con motivo de la celebración en el año 1927 del tercer centenario de la muerte de Góngora, cuya figura y obra reivindicaban.
Pues bien, un año antes, en 1926, se había fundado en Madrid el Lyceum Club Femenino, bajo la presidencia de María de Maeztu, con Victoria Kent e Isabel Oyarzábal como vicepresidentas y Zenobia Camprubí en la secretaría. Confieso que yo nunca hasta ahora había visto la foto en la que aparecen algunas de las fundadoras y socias del Club, como María de Maeztu, Clara Campoamor y Victoria Kent.
Mujeres intelectuales, escritoras, artistas, políticas, a las que la historia ha relegado a un plano secundario, subordinadas en muchos casos a sus maridos o compañeros varones.
Marifé Santiago Bolaños y Mercedes Gómez Blesa, ambas doctoras en Filosofía, coincidieron en el Instituto María Zambrano de El Espinar, donde fueron profesoras de esta disciplina en 1992, un año después de haber fallecido María Zambrano. Ellas mismas declaran que desconocían la obra de esta pensadora y filósofa, a la que suele citarse como discípula de Ortega y Gasset. Hoy ambas pertenecen al Patronato de la Fundación María Zambrano y se han convertido en especialistas y difusoras del pensamiento de esta última exiliada en regresar a España.
Sí, debemos conocerlas, a unas mujeres faro, de las que Marifé y Mercedes han recogido el testigo; las Sinsombrero, escritoras de la talla de María Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcin y Concha Méndez, pintoras o artistas gráficas como Maruja Mallo, Rosario de Velasco, Margarita Manso y Ángeles Santos.
Cuando Clara Campoamor luchaba por conseguir el sufragio femenino, combatía por un derecho que no solo beneficiaría a las mujeres, sino a todas las personas independientemente de su sexo.
Es significativo de la subordinación de la mujer al hombre el caso de la escritora María Lejárraga, según la mayoría de los biógrafos autora de la obras que dieron fama a su marido Gregorio Martínez Sierra, el único que las firmaba. Ello no fue obstáculo para que María Lejárraga, que a la muerte de Gregorio comenzó a publicar con el nombre de María Martínez Sierra para poder cobrar los derechos de autor, llevara a cabo una gran labor feminista con multitud de iniciativas en la lucha por el sufragio de la mujer y la búsqueda de la igualdad entre los sexos en todos los órdenes.
El libro de Marifé y Mercedes Debes conocerlas es imprescindible para rescatar del olvido a estas y a otras “abuelas intelectuales”, como ellas las llaman.
Yo, que he dedicado gran parte de mi actividad profesional a la edición de diccionarios de la lengua, quiero concluir estas líneas con un recuerdo y un homenaje especial a la filóloga y lexicógrafa María Moliner, autora del Diccionario de uso del español, en el que se han inspirado todos los léxicos de la lengua española dignos de mención que se han editado con posterioridad al año 1966, en que apareció la primera edición del de María Moliner.

Cuidemos los derechos adquiridos por tantas mujeres luchadoras para que no se pierdan. Y no dejemos que un injusto velo de desconocimiento cubra la obra y la vida de quienes nos interpelan a través de su palabra y que han hecho posible que cada vez más mujeres desempeñen profesiones y ocupen hoy puestos antes reservados a los hombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario