29 de junio de 2025

Inercia

 Las palabras y la vida 

Alberto Martín Baró

Con el cáncer de próstata se me ha incrementado la inercia, tanto física como mental.

Después de una larga ausencia, estoy sentado en una butaca de mimbre en el jardín de mi casa de El Espinar. Y veo todo lo que habría que hacer, desde segar la hierba que ha crecido desmadrada hasta podar las ramas de algunos árboles que penden sobre el alero de la casa.

Ya lo decía don Mateo Matute, patriarca de mis grandes amigos y hoy parientes Matute:

–Los árboles, lejos de los edificios.

Con la abundancia de lluvias del pasado invierno y la pasada primavera, el jardín está hermosamente frondoso, pero poco habitable.

Árboles que yo planté cuando apenas superaban mi altura son ahora ejemplares altísimos, propios para otros entornos más campestres, naturales y dilatados.

La mente me impele a levantarme de mi asiento y recortar la hiedra y la parra virgen. Pero no lo hago.

Me dirá el atento lector que no ve la relación que este aumento de la inercia puede tener con el cáncer de próstata.

Pues la tiene. Porque la mayor debilidad física hace que el pensamiento vaya por delante de la acción.

En otros contextos y en otras situaciones, sé que debería levantarme, si estoy tumbado en la cama o en un sofá, para cumplir con la prescripción de la doctora que me trata de andar todos los días una hora. La inercia y el calor me impulsan a seguir echado, mientras la imaginación ya camina buscando la sombra de los setos de jardines cercanos o del parque de Cipriano Geromini.

Claro que no vale hacerse trampas con el solitario. Y vence la inercia de estar sentado o tumbado hasta que un agente externo, una llamada del móvil, la necesidad de ir al baño, o de ayudar a mi mujer que padece tendinitis, me ponen en movimiento real. Pero si un ciego conduce a otro ciego…

Si que pinta usted un panorama brillante, me dirá el lector tratando de darme ánimos.

Y sí nos anima a mi mujer y a mí el cariño de familiares y amigos. Cariño que se traduce en ayuda física y espiritual. A todos, mil gracias.                   

1 comentario:

  1. Compañero tuyo Alberto Del Colegio San José de Valladolid Que te manda un abrazo muy fuerte Y con mucho cariño Sigue escribiendo por favor Que para mí Es un descanso Y para mi alma

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