25 de mayo de 2025

La Iglesia sinodal

 Las palabras y la vida 

Alberto Martín Baró

El Papa León XIV concluía su discurso inaugural el pasado 8 de mayo con estas palabras: “Queremos ser una Iglesia sinodal, que camina, que busca siempre la paz, que busca la caridad, estar cerca de quienes sufren”.

En un pasaje anterior de su alocución ya había insistido en la idea de Iglesia sinodal: “Podemos todos caminar juntos, ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir a todos aquellos que tienen necesidad de nuestra caridad y de nuestra presencia de diálogo, de amor”.

Y en algún momento de su discurso precisó que su propuesta de Iglesia es “más sinodal que jerárquica”.

Los católicos que como yo tenemos muchos años estamos acostumbrados a considerar a la Iglesia como una institución jerárquica, en la que existe una jerarquía, o sea una gradación de personas y dignidades, al frente de las cuales figura el Papa, seguido de cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes.

Hemos estado dispuestos a obedecer, a acatar órdenes y doctrinas, sabiendo que existen unos dogmas, plasmados como verdades absolutas a lo largo de los siglos.

¿Qué nos sugiere este nuevo lenguaje de Robert Prescot al hablar de Iglesia sinodal?

Si nos atenemos a la etimología, la palabra sínodo proviene del griego synódus, que ya se encuentra en Aristóteles y Plutarco con el significado de ‘Conjunción de dos planetas’.

Pero en su sentido religioso, sínodo significa: 1. Concilio de los obispos. 2. Junta de eclesiásticos que nombra el ordinario para examinar a los ordenandos y confesores.

El término griego se compone de ‘syn’, que significa ‘juntos’ o ‘con’, y de ‘odos’, que significa ‘camino’ o ‘ruta’. Por tanto, ‘sínodo’ puede entenderse como ‘caminar juntos’ o ‘viajar en compañía’, lo cual refleja la idea de una reunión de personas que se unen para avanzar en un camino o propósito común.

En este sentido nos hallamos muy cerca de las palabras del Papa León XIV cuando habla de Iglesia sinodal.

Así, a modo de conclusión, se puede decir que la sinodalidad se refiere al caminar o la marcha conjunta, en comunión, de todos los miembros de la Iglesia (obispos, sacerdotes, laicos); expresa la identidad de la Iglesia como Pueblo de Dios en camino, en peregrinación, hacia el Reino; subraya la dignidad común de todos los cristianos y afirma su corresponsabilidad en la misión evangelizadora.

Si a la luz de este concepto de sinodalidad leemos las palabras de León XIV con las que he iniciado este blog, no podremos por menos de advertir su coincidencia.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario