18 de mayo de 2025

El discurso de León XIV

 Las palabras y la vida

Alberto Martín Baró

El discurso que, en su presentación como nuevo Papa ante Roma y ante el mundo, leyó León XIV constituye un programa fiable de lo que va a ser su actuación al frente de la Iglesia católica.

El hecho de leer un texto escrito en vez de hablar improvisando coloquialmente certifica la importancia que Robert Prescot concede a este documento, en el cual resume las líneas maestras de su pensamiento y de su obra apostólica.

Este agustino, algo tímido según certifican quienes bien le conocen, ha demostrado en su trayectoria como sacerdote, como obispo y como cardenal firmeza en sus convicciones y humildad en sus actos.

Y aunque en el discurso inicial no se habla de de la Doctrina Social de la Iglesia, ya la elección del nombre de León XIV es una clara referencia a esta doctrina, que comenzó con la Rerum Novarum, la encíclica del Papa León XIII. También es una alusión a los hombres y mujeres en su trabajo, en una época de inteligencia artificial.

Diálogo y encuentro

En el frontispicio del discurso de Robert Prescot figura una petición de ayuda a los católicos “para construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo”.

Continuidad con el Papa Francisco

Para quienes se preguntan si León XIV continuará la obra del Papa Francisco, hay en su discurso inicial unas claras palabras que manifiestan su voluntad de continuidad: “Todavía conservamos en nuestros corazones esa voz débil, pero siempre valiente del Papa Francisco, que bendecía a Roma”.

Español y misionero

Es Roberto el primer Papa que habla en español en su salutación inaugural. Así en español recordó sus años como misionero en Perú y después como obispo en Chiclayo: “Si me permiten una palabra, un saludo a todos aquellos, de modo particular a mi querida diócesis de Perú (Chiclayo), donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”.

“Quisiera agradecer a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar juntos buscando siempre la paz, la justicia, trabajar con el hombre, fieles a Jesucristo, para proclamar el Evangelio y para ser misioneros”.

Aunque no figuran en el discurso de León XIV que estoy comentando, quiero reproducir en este contexto las palabras que pronunció en su despedida de los católicos peruanos de Chiclayo: “Soy un misionero, he venido enviado, he estado con ustedes con mucha alegría. Pero ahora el Espíritu Santo, a través de nuestro Papa Francisco, me dice una nueva misión. Y aunque puede ser difícil para muchos, hay que responder al Señor, hay que decir sí, Señor, si tú me has llamado, voy a responder”.

Llamamiento a la paz en el amor de Dios

El llamamiento a la paz, a la terminación de las guerras que asolan nuestro mundo, es asimismo un leitmotiv en las palabras inaugurales del nuevo Papa:

“La paz esté con todos ustedes, queridos hermanos y hermanas. Quisiera que este saludo llegue hasta sus corazones, les alcance en las familias”.

Se describió como portador de “una paz desarmada, desarmante y perseverante, que proviene de Dios, Dios que nos ama a todos incondicionalmente

“Dios nos quiere mucho y ama a todos. El mal no prevalecerá. Ayúdennos ustedes a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo”.

Una Iglesia sinodal, no jerárquica

Su propuesta de Iglesia es más sinodal que jerárquica: “Podemos todos caminar juntos, ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir con los brazos abiertos a todos aquellos que tienen necesidad de nuestra caridad y de nuestra presencia, de diálogo, de amor”.

El mensaje de León XIV puede resumirse en estas palabras a modo de despedida: “Queremos ser una Iglesia sinodal, que camina, que busca siempre la paz, que busca la caridad, estar cerca de los que sufren”.

 

 

 

 

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