Las palabras y la vida
Alberto Martín Baró
Así se titula el nuevo poemario de Angelina Lamelas. Ha confiado la edición de este libro al gran editor, además de eximio poeta y comunicador Emilio Porta, quien ya se ocupó en 2019 de editar Mujer en vela, en la misma colección Mirador de las Ediciones de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (AEAE). Estas dos obras recientes se unen a tres publicaciones en verso: Recital de lluvia en 1992, El cuarto de jugar, en 1997, y El arco del violín, en 2000.
Cinco libros de poesía en un total de 21 publicados, de ellos seis dirigidos a un público infantil, validan la aserción de que Angelina Lamelas ha cultivado sobre todo la narración, llámese relato breve o cuento. Y es su obra narrativa la que ha cosechado importantes galardones, entre los que destacan el Premio Hucha de Oro en 1971, ganado ex aequo con Medardo Fraile, entre 2.389 autores; el Premio Clarín de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, en 1991; el Premio UNED de Cuentos en el mismo año1991; y el Premio de Relato Breve Alfonso Martínez Mena en 2002.
Ello no obsta que Angelina Lamelas sienta desde niña el deseo de expresar sus más íntimas vivencias en verso y darlas a la luz en libros como Recuerdos y presencias Puedo atestiguar en mi vida compartida con Angelina que ella está dotada de una memoria prodigiosa. Recuerda, y cuenta con toda suerte de detalles, hechos acaecidos a lo largo de su fecunda vida. Como apunta en la contracubierta Emilio Porta: “Este libro es memoria. En él se recogen las huellas del trayecto, desde la infancia y la adolescencia en su Santander natal, esa maravillosa ciudad que ella lleva tan dentro, hasta nuestros días”.
En estos Recuerdos y presencias evoca episodios de su vida en cuatro apartados: “Infancia y adolescencia”, “Santander ayer y hoy”, “La familia siempre”, “Viajes” –suele presumir de haber visitado 36 países– y “Del pasado al presente”, donde la memoria se hace presencia.
Santander y otras ciudades que Angelina ha conocido ocupan un lugar en el apartado “Viajes”, pero son las personas, empezando por su familia, sus padres, sus nueve hermanos, sus hijos y nietos, a las que ama y recuerda, tanto en prosa –destaca a este respecto el precioso álbum con fotografías Personajes de mi vida, publicado en 2021–, como en verso.
A su gran amigo Pepe Hierro, dedica el poema “El cuento que escribí para Hierro”, escrito en tono festivo.
En el poema “De vientos lejanos y hojas secas” aúna la ciudad de Santander con otro gran amigo suyo, el autor de inolvidables cuentos Medardo Fraile.
Como muestra de la herencia literaria de la que hacen gala muchos miembros de la familia Lamelas Olaran, valgan los versos de la “Carta rimada de Ricardo Olaran Osorio a sus sobrinas María Luisa y Angelina”, que pasaron un verano en las ursulinas de Pau; la misma carta la había enviado a sus hermanas Mariuca y Angelina, que habían pasado dos años en Pau.
A su padre y su madre, de su mismo nombre, y a sus nueve hermanos, glosa en el poema “Angelina Lamelas en Valparaíso evoca a sus padres y hermanos”.
Del capítulo “Viajes”, tiene especial encanto el poema “A París con el premio de la Alianza Francesa”.
En el apartado que cierra el libro, los recuerdos se convierten en presencias. Como escribe Emilio Porta en la contracubierta: “Un libro que le pone cubierta e interior a una vida intensa de la que Angelina Lamelas ha elegido unos pasajes. No todo el trayecto, pero sí estancias importantes, estancias de su pensamiento y de su alma. Recuerdos y presencias es un pequeño y gran legado para los que la admiramos y queremos. Su familia, sus amigos y todos los que, a lo largo del tiempo, la hemos conocido como escritora y como persona. Escritora y persona que siempre ha tenido, en su actitud y obra, la esperanza de que el mundo preste un poco más de atención a lo mejor del ser humano: mirar la vida con el corazón”.
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