13 de agosto de 2023

Olas de calor

 Las palabras y la vida 

Alberto Martín Baró

En el momento en que escribo estas líneas, 7:00 de la tarde del 11 de agosto, en El Espinar los termómetros marcan 34º y en Santander capital, en la que nos encontramos mi mujer y yo, 26º. En San Rafael, donde viven mi hija, mi yerno y mis dos nietos, han llegado en días pasados a los 37º. Temperaturas insólitas para estos pagos de la sierra de Guadarrama, mientras que en Santander hace un tiempo muy agradable y algún día auténtico frío, provocado por la borrasca Patricia.

Los meteorólogos hablan de olas de calor, que anuncian con precisión gracias a los satélites, los drones y los mapas de isobaras, vientos y demás fenómenos atmosféricos, sin descartar las estadísticas de los registros de las temperaturas.

Gustan los informativos de las olas de calor de remontarse a las fechas en las que se dieron tales elevadas temperaturas, o insistir en que, desde que hay registros, no se habían alcanzado esos extremos asfixiantes.

Luego viene el capítulo de las causas que provocan las olas de calor, en el que los humanos y nuestras conductas irresponsables salimos muy mal parados. Nuestros hábitos de consumo, las emisiones de CO2, los incendios provocados y una larga lista de agresiones al medio natural nos hacen sentir culpables de la pertinaz sequía, de la contaminación de ríos, lagos, mares y océanos, y por supuesto de estas antes nunca experimentadas olas de calor.

Sin quitar importancia a todas estas agresiones a la naturaleza, yo me atrevo a formular algunas cuestiones que ponen en duda determinados asertos categóricos de la agenda 2030 y de otras instancias similares.

¿Qué fenómenos climáticos se produjeron en los largos y desconocidos milenios desde que existe nuestro planeta y que dieron lugar a la desaparición de especies vegetales y animales?

¿Predominaron en la Tierra en tales eones las superficies heladas o los desiertos?

¿Está el universo en expansión o en compresión?

¿Qué sabemos de la evolución de la corona solar y de los cambios que afectan a la principal fuente de energía de nuestro sistema que es el Sol?

La ciencia se construye más a base de preguntas que de respuestas taxativas.

Descendiendo al día a día de las olas de calor, quizá haya que olvidarse de las características climáticas que retrataban las distintas estaciones en el hemisferio norte y en el sur.

En la actualidad hay olas de calor en primavera, en otoño, en verano y hasta en invierno. Y también, lo que antes era insólito, en El Espinar y San Rafael.

 

 

 

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