Las palabras y la vida
Alberto Martín Baró
¿Por
qué nadie nos aconseja cómo vencer al coronavirus? Y eso que en España la
covid-19 está incrementando su incidencia en la sexta ola.
Sí,
todo se nos va en llevar la mascarilla, en guardar la distancia interpersonal
de seguridad y en vacunar a cuantas más personas mejor, incluidos los niños a
partir de cierta edad, y poner la tercera dosis a los mayores de 60 años o a
los grupos de riesgo.
Pero
todas estas medidas se centran en protegernos frente al virus y en tratar de
evitar los contagios. Que, a pesar de nuestros esfuerzos, siguen aumentando, y
tampoco han conseguido evitar las hospitalizaciones, los ingresos en las UVI y,
lo que es más grave, las muertes.
Porque
el coronavirus continúa campando a sus anchas sin que pongamos los medios
idóneos para destruirlo.
En
los comienzos de la pandemia se insistía mucho en que nos laváramos las manos
con agua caliente y jabón, haciendo abundante espuma. El calor derrite la grasa
que cubre y protege la molécula de proteína que es el virus.
Vengo
observando que últimamente la gente la no se limpia las manos con los
hidrogeles que hay, o había, en la entrada de tiendas, supermercados, farmacias
y otros establecimientos. Y estos hidrogeles, el alcohol o cualquier mezcla con
alcohol a más del 65% disuelven la capa lipídea externa del virus, que se
desintegra solo. Incluso en hospitales y otros centros sanitarios a menudo los
dispensadores de tales hidrogeles alcohólicos están vacíos, o no funcionan, o
los que acudimos a consultas externas pasamos de utilizarlos.
En
algún artículo mío o entrada de mi blog he llegado a preguntarme por qué no se
ataca al coronavirus con medios masivos, o hasta aéreos, como se lucha contra
los incendios, solo que en vez de agua, con esos disolventes que le privan de
su capa protectora de lípido.
No
nos limitemos a protegernos del virus, que, sí, es necesario, pasemos al
ataque. Cualquier mezcla de cloro y agua también disuelve directamente la
proteína, que se desintegra.
Hay
expertos que incluso hablan de que la luz ultravioleta también desintegra la
proteína del virus.
El
virus, hay que repetirlo, no es un organismo vivo, sino que parasita células de
organismos vivos. Por eso también es importante potenciar nuestro sistema
autoinmune.
Me
dirán que “zapatero a tus zapatos”, que no me meta en terrenos ajenos a mis
humildes conocimientos.
Me
he limitado a reproducir, confío en que sin demasiados errores, los consejos y
saberes de los expertos.
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