Las palabras y la vida
Alberto Martín Baró
Aún falta más de una semana para la Navidad y ya estamos “en pie de paz” para celebrar la fiesta sin duda la más universal en Occidente y la más entrañable del año en unión con la Nochebuena.
¿Y qué celebramos? El calendario nos informa de que el 25 de diciembre se conmemora la Natividad del Señor, o sea el nacimiento de Jesucristo, del niño Jesús.
Ya están instalados en muchos lugares los tradicionales nacimientos o belenes, si las autoridades laicas no han tenido a bien suprimirlos. Aunque resulta llamativo que esas mismas autoridades y cuantos no comparten la creencia cristiana en Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, sí participen en la vacación, en los festejos y las celebraciones, en las reuniones familiares o de “allegados”, en las compras y regalos…
Aún sigue habiendo en España más festividades religiosas que civiles: la Epifanía o Reyes Magos el 6 de enero, el Jueves y el Viernes Santo en las fechas en que caigan según el Año Litúrgico, la Asunción de la Virgen el 15 de agosto, Nuestra Señora del Pilar el 12 de octubre, día en que se celebra también la Fiesta Nacional de España, la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre y la Navidad el 25 del mismo mes. A estas fiestas habría que añadir todos los domingos, cuyo origen está en el dies dominica, día del Señor. Mientras que las festividades civiles se reducen al Año Nuevo el 1 de enero, al Día del Trabajo el 1 de mayo, aunque este día también está dedicado a San José Obrero, a la ya mencionada Fiesta Nacional, coincidente con la Virgen del Pilar, y al Día de la Constitución el 6 de diciembre. O sea, que incluso dos de las cuatro celebraciones civiles guardan relación con efemérides religiosas.
Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de junio de 2020, un 61 % de la población española se considera católico, pero esta cifra desciende a niveles muy inferiores si se tiene en cuenta la práctica de los deberes religiosos y la asistencia a los actos de culto, así como también las franjas de edad.
A la pasada conmemoración de los 42 años de la Constitución española no asistieron, como ya es costumbre en ellos, los representantes de los partidos políticos que votaron en contra o se abstuvieron en el referéndum para la ratificación de la Constitución el 6 de diciembre de 1978.
¿Quienes no creen en lo que se conmemora en las festividades
religiosas deberían esos días trabajar, o bien celebrar, por ejemplo, en vez de
la Navidad el 25 de diciembre, el solsticio de invierno el 21 del mismo mes?
Por coherencia con nuestras ideas, todos deberíamos estar a las duras, no solo
a las maduras.
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